Futilidad del verbo
Tú que quisieras hondamente
Hablarnos del espíritu que goza
Bailando en el río de la vida
Y dando luz a las cosas de este mundo
Y que sin embargo apenas colmas
Esta sentencia impresa en nuestra boca,
Esta humareda de infinito,
Tú acaso puedas llevar la luz
A tu recóndita morada,
Y volverte sobre ti ya consumido,
Ya que sabes con certeza
El golpe de viento que es tu lengua
Y tu lágrima siquiera alcanza
un beso que pida por su sombra.
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