Un simple nombre
Quién pregunta en una noche
y en un camino nunca transitado
por la flor nunca crecida
y el ramo roto entre las manos.
Ése nunca dicho sino en las esquelas,
en un viejo mural abandonado,
en la pintura antigua de los bosques,
ése anónimo que somos,
ésa luna nueva en el cielo de la vida.
Y en la esquina vence la muerte
la inteligencia absoluta de los hombres
con un golpe fino de atleta excepcional,
con el dedo femenino de la pluma,
un simple canto,
el pájaro,
un simple ruido,
el viento,
un simple nombre,
cada alma humana que se desvanece.
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