Leído en una tumba
Aquí en lo que no vive ni respira,
Ha de buscar la calma el hombre,
Con la certeza de su muerte próxima,
El embarazo de su gélido destino,
Aquí en este instante y esta vida,
Al tiempo que la última se agolpa
Sobre la espalda rota del anciano,
Con el motivo feliz de una noticia
Y la eterna bienvenida de la nada.
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